No se trata solo de apretar "enviar..."

Escribir un correo electrónico en el contexto académico puede resultar algo desconocido si estamos habituados a los comentarios en las redes sociales, a los mensajes de texto o a los 140 caracteres de un twit.
Por ello les propongo repasar algunas reglas básicas de comunicación epistolar. Al fin y al cabo, el e-mail es una forma electrónica de una carta.

Veamos entonces:
1. El asunto: es recomendable que anticipe el tema de forma resumida, de tal forma que anticipe la lectura y luego permita la búsqueda y recuperación de los e-mail.
2. El encabezado: dirigirse a la persona por su función o rol, recuerden que se trata de una comunicación académica.
3. El cuerpo: conviene presentarse o indicar una referencia que permita al destinatario ubicar al remitente: año, carrera, materia son datos que brindan contexto para autoreferenciarse.
Luego indicar específicamente el tema lo más específicamente posible. Esto ayuda a que el remitente pueda dar una respuesta a la consulta.
4. La despedida: un saludo cordial y/o un agradecimiento es parte del trato académico.

Para terminar, un ejemplo que ilustra lo que hemos propuesto...


...y aquí, otro ejemplo en la Web. 

[El Recurso: en este post hemos reconstruido una explicación desarrollada en clase. La intención es dejar registro de una serie de consejos útiles a la hora de agilizar la comunicación académica. Se ilustró el post con una captura de pantalla (Tecla IMPPNT) y se recortó con un editor de imágenes digitales].

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